DISCAPACIDAD...NO DIVERSIDAD FUNCIONAL

Discapacidad: se dice si física o mentalmente tiene una función intelectual básica limitada respecto de la media o anulada por completo.
Al leer esta definición, me doy cuenta, que conozco millones de personas discapacitadas...pero que andan por la vida sin necesidad de un Certificado.
Todas, fueron al colegio sin tener que luchar por su educación...sin necesidad de pasear para ver en cual se los "acepta", como si sufrieran de alguna enfermedad contagiosa...
Que pasean por la vida, haciendo papelones, sin que nadie los mire de costado y les pregunte "que les pasa, que tienen?" porque no tendrían una respuesta lógica para dar.

Nuestro hijos, tienen diversidad funcional. Si, puede que sean diferentes. Ni mejores, ni peores, DIFERENTES. No por eso, son imperfectos, o no merecen tener derechos!!!!!!

Ellos tienen intacta la capacidad de AMAR. Dan todo, sin pedir nada a cambio. Aman, de la manera más pura, sin egoísmos, sin mentiras, sin vueltas...
Ellos no ven nuestros defectos, no saben de críticas, de diferencias...

A mí, personalmente, mi hijo me enseña todos los días.
El sabe lo que es luchar por superarse, cada momento de cada día, para tratar de pertenecer. Si, de pertenecer a un mundo que no siempre entiende.
El sabe de discriminación. Una palabra que no entiende, pero que muchas veces SIENTE. Sí, él siente cuando lo miran distinto...cuando los demás se ríen de él...aunque a veces no le importe, otras veces le duele.
El sabe mucho de lucha. Lo que otros chicos aprenden del medio, para San son años de trabajo y repeticiones.
El no entiende mucho de emociones...pero eso no quiere decir que no SIENTA. Por el contrario, él necesita mucho más de mimos, cariño, amor y contención que otros chicos, sólo por el hecho que le cuesta el doble pedirlo.

Hoy la INTEGRACIÓN me parece fundamental. No sólo para nuestros hijos, sino para todos. Les da a los chicos la posibilidad de ver y ser parte de la vida de otros que viven y sienten distinto...y que los prepara para ser personas más sensibles y abiertas a los sentimientos ajenos. Creo que a nuestros hijos les sirve mucho, pero que los demás se nutren de realidad, sentimientos y sensibilidad al prójimo, y eso los prepara para ser mejores personas en el futuro.